Francia, oficialmente República Francesa es un país soberano miembro de la Unión Europea, con capital en París, que se extiende sobre una superficie total de 675.417 km² y cuenta con una población de 66 millones de habitantes. Constituido en Estado social y democrático de Derecho, su forma de gobierno está organizada como república semipresidencialista con el nombre oficial de República Francesa (République française) y la divisa «Liberté, égalité, fraternité» («Libertad, igualdad, fraternidad»).

2. Economía: Francia es considerado un país de primer mundo por su nivel de vida (IDH). Es la quinta economía mundial en términos nominales, y a nivel europeo se coloca por detrás de Alemania, con un PIB en dólares superior al del Reino Unido. En 2006 el crecimiento económico francés llegó al 2% siendo el más bajo de la zona euro y sus índices de desempleo entre los más altos. La economía francesa cuenta con una gran base de empresas privadas, pero la intervención estatal en las grandes compañías es superior a la de otras economías de su tamaño. Sectores clave con grandes inversiones en infraestructura como el eléctrico, las telecomunicaciones o el sector aeronáutico, históricamente han sido dirigidos directamente o indirectamente por el Estado, aunque desde principios de la década de 1990 la participación estatal ha ido decayendo. Sus bazas son diversas: transporte, telecomunicaciones, industrias agro-alimentarias, productos farmacéuticos, aeronáutica, defensa, tecnología, así como el sector bancario, los seguros, el turismo, y los tradicionales productos de lujo (marroquinería, prêt-à-porter, perfumes, alcoholes, etc.). El PIB por sector: La agricultura (2,7%), industria (24,4%), servicios (72,9%). Por otro lado, la energía solar está comenzando a tener cada vez mayor importancia en Francia. Tiene una industria aeroespacial importante conducida por el consorcio europeo Airbus además de tener una base espacial llamado puerto espacial de Kourou. En telecomunicaciones destaca France Télécom como el principal operador del país.
Sin la producción petrolífera, Francia ha confiado en el desarrollo de la energía nuclear, que ahora representa aproximadamente el 78% de la producción de electricidad del país. Los residuos radiactivos son almacenados en instalaciones de retratamiento. En 2006 la producción neta de electricidad ascendió a 548.8 TWH, de los cuales:
1. 428,7 TWh (78,1%) fueron producidos por la generación de reactores nucleares.
2. 60,9 TWh (11,1%) fueron producidos por la generación de las centrales hidroeléctricas.
3. 52,4 TWh (9,5%) fueron producidos por la generación de las centrales termoeléctricas.
4. 6,9 TWh (1,3%) fueron producidos por la generación de otros tipos como los autogeneradores.
3. Cultura: Francia es un país de muy rica y diversa cultura que ha hecho en Europa y el mundo entero. Sus valores de libertad, igualdad y fraternidad y su Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, son herencias que la humanidad entera recoge. Francia tiene destacadísimos aportes a la Humanidad en los campos de las ciencias, las letras, las artes y todos los saberes. Caracterizada por el Protocolo y Buenos Modales, tiene valiosas tradiciones, entre ellas la Alta costura, y su tradición de excelencia en todos los campos. Existe la costumbre de la comida en familia, que se respeta a pesar del acelerado ritmo de sus ciudades. Otra costumbre francesa es no comer entre comidas ni beber aperitivos que estropeen el gusto por los alimentos. En el hogar, es costumbre repetir varias veces el plato que más agrada, sin que por ello se descuide a los otros platillos del día. Entre las costumbres más importantes de los habitantes del país está la asistencia a espectáculos teatrales, musicales y cinematográficos. Siendo Francia la cuna del cine, sus pobladores devoran con asiduidad lo que la industria produce, especialmente la cinematografía nacional, porque, un rasgo muy propio de los galos es el amor a las producciones de su patria. La gente en Francia tiene una sola costumbre común, la de sorprender por su seguridad, por su variedad y por su facilidad para mezclarse con lo nuevo sin perder lo que han conservado por años. A pesar de todo, el principal rasgo del galo moderno es su apego a la libertad individual, apego que se fortaleció con el gobierno socialista y que les hace afortunados aunque solitarios. Tradicionalmente Francia ha sido uno de los impulsores de la tolerancia racial y cultural, eje de muchas asociaciones internacionales en favor de los derechos humanos. Este aprecio a la diversidad se refleja en su territorio. En él conviven, en buena medida, minorías africanas, judías y de Europa del Este que conforman una población de casi 4 millones. Todo ello produce un espectacular mosaico de colores, ideas y razas.

-En el noroeste: la mantequilla, la nata, la manzana, el pescado, los mariscos, y la sidra.
-En el suroeste: el pato, las aves (el foie gras), las setas, el Coñac y los vinos tintos.
-En el sureste: el aceite de oliva, la aceituna, las hierbas de Provenza, el tomate, las verduras mediterráneas, el pescado y los vinos rosados.
-En el norte: la patata, la carne de cerdo, las judías y la cerveza.
-En el este: la carne de cerdo, el foie gras, fiambres y embutidos, las patatas, las coles, la cerveza y el vino blanco.
-En el centro: la carne de cerdo y de buey, fiambres y embutidos, las patatas, las setas y el vino tinto.
Si en algo destaca la gastronomía francesa, aparte de por sus panes, sus quesos y su bollería, es por sus vinos y licores de todo tipo, desde el burdeos hasta los espumosos de la región de Champagne. Son, además, típicos franceses y de producción nacional la absenta, el armañac, el calvados, el chartreuse, el Cointreau, el coñac y el pastis.
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